Escuela Internacional de

Masaje Tradicional Tailandes

Zen Shiatsu y Reiki.

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Masaje Tailandés: Namasté: por qué saludar?

Para saludar a otra persona, amigo o conocido, o bien como forma de respeto para honrar a algún mayor o persona religiosa, los hindúes juntan sus manos colocando palma contra palma a la altura de la zona del corazón, inclinan sus cabezas hacia el otro y dicen Namaskar, Namaste o Pranam.


En la visión clásica hindú, la divinidad habita en el corazón de cada uno de los seres y el gesto de juntar las manos simboliza la idea de que al encontrarse dos personas, esa parte de divinidad se encuentra consigo misma. Al unir las manos, también, esta actitud simboliza nuestra humildad ante el otro.

En sánscrito, Namas significa reverencia o saludo, palabra que proviene de la raíz nam que implica la idea de inclinarse, reverenciar, someterse humildemente y permanecer en silencio, mientras que la partícula te significa a ti.

Así entonces, Namaste puede traducirse como me inclino ante ti mientras que el acto de ejecutar esta reverencia se conoce como Namaskaram, Namaskara o Namaskar dependiendo de los distintos dialectos que se manejan en este país.

El gesto del Namaste habla de nuestra valoración interna acerca de lo sagrado que nos rodea. Es reconocer nuestra intuición de que existe algo de divino en cada cosa, en cada esencia. Nos recuerda, de una manera grafica y con una insistencia repetida, que podemos ver la chispa de lo Absoluto en todas partes y en cada uno de los seres con los que nos conectamos.

Es un gesto que eleva nuestra conciencia, una forma de mostrar amistad, respeto y  bondad que disminuye nuestro sentido de egoísmo y que nos conecta con nuestro centro, con nuestra alma.

Cuando hacemos el wai o reverencia tradicional a nuestro paciente al comenzar una sesión de Nuad Bo-Rarn de esta manera, estamos haciendo Namaskar y diciendo en silencio:

‘Veo a Dios en cada uno de nosotros y me inclino ante El. Reconozco la divinidad aun en este encuentro mundano. No puedo separar aquello que es espiritual en nosotros, de aquello que es humano y ordinario’